Take it easy
Algunas veces ...
el tiempo se detiene,
losespaciosseamontonan,
el presente colapsa,
y el drama es una bola de nieve.
But then ...
¡I take it easy!
cups
miércoles, febrero 23, 2005
-3:22 p.m.
La primera
Era la siesta de la tarde, en aquellos tiempos en que el día era más largo y la vida más vida. Desperté agitado, aunque no sé si estuve durmiendo o solamente yacía acostado, meditabundo, me levanté de golpe, salí corriendo de la casa y tropecé con mi madre que tendía sábanas en el patio. -¿Qué te pasa?, aún no es hora de que pase Don Fidel, ya te dije que yo te hablo cuando llegue-. Don Fidel era el panadero, que nos dejaba pedido puntualmente cada día justo cuando el reloj marcaba las cuatro. No respondí. -¿Qué tienes?-. La emoción era tal que ni siquiera me había dado tiempo de pensar lo que significaba aquello que tenía. Era algo tan personal, por primera vez experimentaba un sentido de pertenencia hacia algo, exclusivo, intransferible, único, algo que nadie más tenía en todo el mundo, era sólo mío, algo sobre lo cual yo era soberano. -Tengo algo increíble- respondí, y sin darle tiempo de replica salí corriendo hacia la calle, me detuvo sólo cuando tuve a la vista el predio donde jugaban los otros niños. Los miré con una ligera sonrisa de altivez, me vi más maduro o los vi rezagados, tan infantiles. Y después, tuve miedo, de que alguno me quisiera robar aquello, o peor aún, que se me pudiera extraviar y tomara después de un tiempo, inevitablemente, otro dueño, pensé guardarlo en el gallinero, pero era imposible, lo mismo debajo del colchón, ponerlo sobre papel resultaba bastante arriesgado, lo mas viable era utilizar aquello, pero necesitaría tiempo, aún no lo dominaba por completo. Tal vez los otros niños me miraron diferente, pues cuando me percaté, ya estaban todos rodeándome, los miré ansiosos, intrigados, curiosos, así que antes que pudieran preguntar algo, les dije:-¡tengo algo!-, -¿sí?, dinos que tienes, enséñanoslo, anda muéstralo, ¿qué es?-No puedo mostrárselos-alcé la voz intencionalmente-pero puedo decirles lo que es-. Hice una pausa. Creí casi escuchar la desesperación de sus oídos por una respuesta. -Lo que tengo es . . ., ¡tengo una Idea!.
by R.Castillo