Elucubraciones, hacia todos lados, (sin saber el significado real del verbo elucubrar o del sustantivo elucubraciones).

Lo que siempre he querido decir y nunca he dicho:

Me niego a aceptar que soy de los que hablan, mencionan, argumentan, debaten, acerca de conceptos, teorías, ideas, autores, títulos, etc., que ni siquiera conocen.

Me niego a aceptar que el arte se limite después de todo a justificaciones.

Me niego a aceptar que Francisco "Kikín" Fonseca pueda considerarse ídolo del futbol mexicano

Me niego a aceptar que la conveniencia sea lo más cercano al concepto amor

Me niego a aceptar la posibilidad de ser eterno

Me niego a aceptar que la mayoría de las veces no tengo mucho que decir

Al final, la imaginación sin mucho fundamento que tenía de la palabra elucubración no era tan dispar a la real, y digo real por aquello de la Real Academia Española, de la lengua por supuesto, deduzco entonces que elucubraba acerca de "elucubración" y que esto más bien debería llevar el título de "Negaciones", concepto que tampoco tengo claro, al menos no en la práctica.

Aquella Ameba desteñida y amilanada, tenía vida, y gozaba no solamente de vida biológica, poseía además vida mental, tal vez eso la hacía única en su especie, o quizá eso mismo la hacía igual a todas las demás, nunca lo sabríamos, pero la Ameba, era capaz de realizar abstracciones de dificultad considerable, sabía que Kingston era la capital de una isla del caribe llamada Jamaica, aunque nunca tuvo la seguridad de que estuviera en el caribe, lograba cambiar de color por la angustia que la idea de la muerte le provocaba, podía resolver operaciones aritméticas primarias, además de temblar por el miedo que le provocaba el sentido de temporalidad, más temporal en ella que en ningún otro ser. Finalmente, comenzó a desdoblarse, proceso que había venido imaginando y posponiendo el mismo tiempo atrás, dolía, había pasado casi toda su fugaz vida en aquella parte del intestino, desdoblarse dolía, dolía bastante. Su tiempo seguía ahora una línea recta, sabía que el final era inevitable y que aquello en lo que todos veían luz, era simplemente la muerte, nunca sabremos tampoco si era la única que conocía el secreto de la vida o compartía dicho conocimiento con el resto de la comuna. Nunca pensó que desdoblarse doliera tanto, terminó por hacerlo completamente. El siguiente paso era esa luz y su significado, o tal vez encontraría un significado distinto y desconocido.

La virtud de intentar

He hablado ya algunas veces de un espíritu indolente que me posee y que poco a poco ha venido durmiendo cualquier aliento de incidencia, de postulación ideológica y de cualquier esbozo de trascendencia. La sorpresa ha sido encontrarme en las últimas semanas con personas, adolescentes las dos, que consciente o inconscientemente (consciente diría alguno de ellos) han venido a revivir un moribundo hálito de esperanza que creía extraviado en algún tramo desconocido de la travesía. Esperanza no en la humanidad, o en un cambio de dimensiones colosales o en una incidencia pretenciosa, ni siquiera en alguna influencia directa o personal, más bien una esperanza generada por el efecto que provoca el intentar, el sólo hecho de intentar. Me resulta sorprendente no sólo encontrar personas que aún crean en la posibilidad de incidir, no estableciendo el éxito de su empresa en los efectos si no en la acción misma, sin embargo, me resulta aún más sorprendente que parte de mi generación crea en dicha posibilidad y le abra las puertas y acuñe un estandarte de visionario que va más allá del discurso optimista, la frase demagoga y el concepto manoseado, que enarbola verdades personales evolutivas, que sobresale ante el tsunami de nihilismo, relativismo, escepticismo, racionalismo y demás extremos que invade las masas juveniles, carcome voluntades, despersonaliza, que roba cualquier intención de ser y potencia la filosofía de destrucción sin conocimiento. Me ha sorprendido aún más quizá, descubrirme en el bando de los detractores, de los que no asumen que el incidir inicia cuando se lleva al cabo la acción, cuando se cree, cuando se intenta, los posibles efectos serán en todo caso, paralelos e independientes.

"La felicidad no es el precio de la virtud, sino la virtud misma" decía Unamuno. Entonces digo que el éxito de incidir no consiste en el resultado, si no en la virtud de intentar.

No Post

Esta vez había decido escribir poesía de amor, sin embargo, después de mirar de lejos la idea, me percaté que evidenciaría un carácter sensible, romántico que terminaría rayando incluso en lo cursi, sin duda no era la mejor opción para un público naciente que estaba ávido de formatos originales, que delinearan arrojo, ironía, y fueran sobre todo incisivos, además no se me daba, o al menos no me agradaba la idea de que ese tipo de poesía se me facilitara. Fue entonces que decidí hacer crítica, hacia lo que fuere, hacia lo que se moviera, hacia algo que diera señal de vida y que redituara un esfuerzo de diatriba, surgió entonces un problema, la sátira podría dárseme, sin embargo mis conocimientos técnicos y analíticos sobre algún tópico en particular deambulaban entre la limitación y la ignorancia, me asigné la categoría de neófito en cualquier materia. Me quedaba entonces la parte satírica, hacerle al chistoso no sería difícil, hoy en día todos lo hacen, pareciera la moda en los blogs, sólo que la mayoría me producía más pena que risa, sin duda terminaría cayendo dentro de esa clasificación, además agregar uno más, sería un crimen contra ese despistado lector que a veces aparece por la blogósfera. Un texto corto, definitivamente. ¿Personal?, poco que decir, cualquier cosa sería redundar, en otros y en mi mismo, todo está dicho y lo demás provoca sueño. ¿Fábula?, detesto el idealismo barato y los textos con pretensiones académicas o formadoras, aunque tampoco podía negar mi inconsciente espíritu optimista y motivacional, ¡diablos!, ¡soy un idealista!, lo mejor sería alejarme de cualquier cosa que insinuara acaso dicha naturaleza. ¿Cuento?, irremediable, parecía la única opción viable, ¿argumento?, mi última aduana, las más recientes ideas, además de forzadas, eran bastante simples, deslavadas, malas en definitivo. Media sinápsis. Sinápsis. Escribir sobre alguien que no tiene que escribir.

Dos no muy buenos anuncios:

Primero, no hay más Haloscan, ya ni siquiera los comentarios de la primer página me dejaba.

Lo segundo es más serio, ayer rondando por algunos blogs encontré un poema de mi autoría posteado en Porque no se nada, sin referencia alguna del autor o algún enlace al post original en Sin Pretensiones. Pedí una respuesta, que aún no recibo, por lo que solo me queda pensar que "Contemplación" fue objeto de plagio por parte de la autora del blog en cuestión, quien hasta hace poco leía y comentaba en Sin Pretensiones. Quizá la calidad de lo que aquí se escribe no sea de dimensiones extraordinarias, pero tienen la característica de ser original, de ahí que se exija el respeto por el derecho de autor. Los hechos ahí están.

Desafuero:
PEJE el toro es inocente

No vaya usted a pensar que el mismo día de los funerales de Carol Wojtyla fue elegido para dar la estocada final a todo un circo romano implementado para desaforar a Andrés Manuel López Obrador, y que de la misma forma en que se organizó una marcha en contra de dicho proceso, se organiza a la par otra por la televisión mexicana para decirle adiós al papa. No, estos son otros tiempos, sólo es coincidencia, el presidencialismo es cosa del pasado, hoy en su lugar habita la insignia del estado de derecho, no se trata de frenar al líder en las encuestas si no de que la justicia, esa mujer con balanza en mano y vista cubierta, se abra paso y se aplique en un hecho gravísimo, inconcebible, de inconmensurables dimensiones. Sobre dicho desacato por todos conocido Carlos Fuentes señala: A la luz sombría de nuestro pasado remoto y reciente, el incumplimiento de una orden judicial sobre asunto menor por el Jefe de Gobierno del DF parece, a todas luces, menor. Si fuese parte de un combate frontal, sin cuartel y sin excepciones, a toda forma de desacato, se entendería mejor. Pero el juicio político contra el Jefe de Gobierno no se funda en asunto mayor sino menor, menos que menor, tan menor que el público tiene derecho a pensar -como lo hace- que la sacralidad legal invocada a cada paso por el Presidente de la República, el Secretario de Gobernación y el Procurador General es oportunista, falaz y escondrijo retórico -hoja de parra legalista- de un propósito político cada día más evidente: vedarle el camino a la Presidencia en 2006 al actual Jefe de Gobierno del DF.

Y es que la bandera del estado de derecho que se aplica al caso, es una burla del sistema, a la sombra de crímenes políticos, desapariciones, robos a manos llenas de servidores públicos en todos los niveles, corrupción, fraudes, etc. La construcción de un auténtico Estado de derecho supone que la ley se aplique de manera estricta, sistemática y universal. Sí, y aunque usted no lo crea, por más risible que parezca el caso de El Encino, los diputados del PAN del DF, ya tienen un cargo más bajo la manga, de la misma “gravedad”, a los acomedidos legisladores panistas no se les permite entrar como si lo hacen todos los periodistas, a las conferencias matutinas que hasta ayer daba AMLO, por lo que prestos solicitaron un amparo sin que por eso los dejaran entrar de mirones a las charlas mañaneras, lo que generó la pauta para un nuevo proceso judicial. Sin duda tenemos una justicia sui géneris y unos legisladores de primer mundo, lo importante es lo importante, ¿o qué no?.

La actitud reaccionaria y viola leyes de AMLO no es lo único que objetan sus adversarios, tienen otros argumentos, subjetivos la mayoría, basados en hipótesis más que en hechos, previendo un gobierno populista que frenará el crecimiento económico del país y aumentará la deuda pública, lo segundo puede ser posible, lo primero imposible, debido a que no existe crecimiento económico en el país, el único crecimiento existente es el de la desigualdad, en el que en el mismo terruño puede habitar el cuarto hombre más rico de la orbe y millones de pobres que no tienen siquiera lo necesario para subsistir. Existen teorías que lo comparan con Hugo Chávez, figura que deberíamos admirar al poder resistir los embates de los Estados Unidos, y que sin embargo es sólo un ardid maquinado teniendo como excusa el origen izquierdista del segundo mejor alcalde en el mundo del 2004, según World Mayor.

Para finalizar cito a Daniel Salinas: No conozco al AMLO y por ello no puedo emitir una opinión sobre él, pero sí conozco a sus enemigos y me parecen gente muy nociva: Luis Pazos, Sergio Sirviento, Enrique Krauze, Ricardo Salinas Pliego, los jerarcas del Grupo Reforma y un largo etcétera.Mi razonamiento es el siguiente: Si reaccionarios y colaboracionistas de tan detestable calaña invierten todo su tiempo y energías en atacar a un hombre, es porque ese hombre ha de ser bueno

Dejar sin posibilidad de competición electoral a AMLO para el 2006, es en sí una subestimación de la capacidad de decisión de los mexicanos, tenemos el derecho a equivocarnos, en Setenta y Seis años más lo hemos practicado, ¿qué el sistema mediático no es suficiente para desvirtuar al Peje?, después de todo la democracia se basa en la decisión del pueblo sea cual fuere, y no en los intereses de particulares o de grupos. Fox mientras tanto, de la mano de Marthita, lava su conciencia en el Vaticano.

De vientos y simulaciones

En esta parte del hemisferio, justo al lado del Golfo de México y frontera con Estados Unidos, no hay algo más fastidioso que un viento que sopla del Sur, de considerable velocidad y creciente frecuencia a partir de febrero hasta seguirse justo cuando el invierno llega, días como hoy se soporta menos, además de dejar una ligera sensación de frío en la piel, trae consigo polvo, migraña, dolor de cabeza, hastío, mal humor y demás consecuencias que se subrayan con un cielo nublado y un martes cualquiera. Quizá el estado de ánimo que le atribuyo a estos días, no sea más que una respuesta aprendida que mi inconsciente repite, como conductas que de pronto me he dado cuenta que manejo como simples reflejos de situaciones. Reacciones simuladas, como cuando el padre tiene que ser duro e imponer castigos, transfigurando el rostro a fin de demostrar enojo y de esa manera establecer límites. Entonces me descubro montando una parafernalia de la que yo mismo ni siquiera estoy convencido pero que aplica a la situación, y me muestro indignado, enojado, molesto, airado, dolido, triste, cuando ni siquiera existe una mínima reacción en mi ánimo. Conducta simulada que no se si sea el síntoma de un inicio de estado vegetativo, donde existe nulidad de sentimientos, pasiones, emociones o cualesquier forma primitiva de reacción natural o que son las situaciones las que no generan repercusión alguna en mis estados de ánimo. Cualquiera que fuese la causa, el disimulo de reflejos, pareciera significar una forma de protección ante las posibilidades que pudiera generar la ausencia de manifestación alguna, ¿autoengaño?, ¿chantaje?, ¿falsedad? o simplemente repetición de conductas aprendidas que aplican a situaciones determinadas. Quizás es solo que el sur acabo por transformarme en planta.