Take it easy
Algunas veces ...
el tiempo se detiene,
losespaciosseamontonan,
el presente colapsa,
y el drama es una bola de nieve.
But then ...
¡I take it easy!
cups
lunes, enero 24, 2005
-1:38 p.m.
Recuerdos de mi infancia, en lunes.
El juego consistía, en que al abrir aquel grueso libro de español de secundaria, al azar, necesariamente tenías que encontrar una ilustración con la rúbrica de Cora Franchini, de otra forma te hacías merecedor de un castigo, habitualmente un coscorrón o una pamba, mis hermanos mayores eran expertos en esas clases de demostraciones. Sin duda que los inviernos de los 8Os eran más largos y los días más noches, no rebasaba los 8 años en esas épocas, en las que ni el nintendo, play station o siquiera el atari, existían aún en nuestra imaginación, gastábamos los fríos días, inventando juegos dentro de aquella habitación que compartíamos los cuatro; ¿Dónde dice .......? ¿Cuál es el animal que empieza con C y termina con E?. Dónde las reglas de aquellos particulares juegos las ponía el mayor o cuando mejor nos iba, la mayoría. Tiene que ser conocido, que no sea repetido, no te lo hayas inventado, ¿estas seguro que es C y no S?, ¿no lo habrás descubierto en la enciclopedia?, porque todos debemos conocerlo. Y yo, el menor, utilizaba la técnica de la respiración, y salía a tomar aire fresco, o frío, para poder acertar al menos a esa que mis hermanos aún seguían sin encontrar, la salida generalmente solo me servía para descansar la vejiga a medio patio, de las tazas de café que nos tomábamos, acompañadas de tortillas de azúcar que mi madre cocinaba, sin mayor ciencia que una tortilla de harina normal, pero con azúcar en lugar de sal. Se vivía más sin duda. Los 90s no sé donde quedaron y me descubrí de pronto en otro siglo, con más relaciones virtuales y menos relaciones reales, con más de veinte años encima, con sobrinos de esos hermanos, los mismos que escondían las tortillas de harina abajo del colchón para no compartirlas, con el internet como oráculo personal, pero en el que aún no puedo encontrar rastro de aquel Cora Franchini, que debió ser algún dibujante, que a pesar de que no apareció en mis libros de español de la secundaria, si existió en los de mis hermanos, en esos mismo en que aparecía el Son de la Negra, yambambó yamambé, retumba el negro zorrullo, retumba el negro bien negro, y alguno verso que decía: Hermana hazme llorar.
Ahora no hay tiempo ni para hacer llorar. Ya habrá después, ya habrá después.
¿Cisne?, al parecer no estaba tan complicado.
by R.Castillo